Se ha reinterpretado la estética general de este chalet construido en los años sesenta en una ubicación panorámica sobre una colina detrás de Rímini, centrándose en destacar el juego de volúmenes y rediseñando la relación entre el interior, las grandes terrazas y el jardín que se desarrolla en varios niveles.
El papel del paisaje juega un papel fundamental y se enmarca desde el interior a través de grandes aberturas.

En la planta baja, la zona de bienestar se desarrolla en contacto con la piscina exterior a la que está conectada a través de un ventanal que se abre por completo. Tanto el exterior como el interior se han caracterizado por el uso de una piedra originaria de la India en tonos cálidos, empleada en varios acabados tanto para los revestimientos como para los suelos, y también para crear los peldaños monolíticos de la nueva escalera que conecta el jardín en la parte delantera con el primer piso.
Todo el mobiliario fijo se ha diseñado a medida, al igual que los baños, las barandillas de escaleras y terrazas, la verja exterior y las puertas de entrada a la propiedad.

Restauración científica y proyecto ejecutivo: Cumo Mori Roversi Architects